VISIONARIOS Y REGIONALISTAS

4.3.06

DESPEDIDA CON NERUDA

Con estos poemas que han hecho vibrar a miles de personas me despido de esta etapa veraniega, en donde he redescubierto estos grandes hombres, y que quise compartir con ustedes, empecé con Neruda, y termino con él con estos dos inmortales poemas, gracias por visitar mi blog a todos.




Poema XX

Puedo escribir los versos
más tristes esta noche.
Escribir por ejemplo:
«La noche está estrellada,
y tiritan, azules,
los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche
gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos
más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces
ella también me quiso.
En las noches como ésta
la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces
bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces
yo también la quería.
Cómo no haber amado
sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos
más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo.
Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa,
más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma
no pudiera guardarla.
La noche está estrellada
y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta.
A lo lejos.Mi alma no se
contenta con haberla perdido.
Como para acercarla
mi mirada la busca.
i corazón la busca,
y ella no está conmigo.
La misma noche que hace
blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces,
ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto,
pero cuánto la quise.
De otro. Será de otro.
Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto,
pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor,
y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta
la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta
con haberla perdido.
Aunque éste sea el último
dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos
ersos que yo le escribo.


La Canción Desesperada

Emerge tu recuerdo
de la noche en que estoy.
El río anuda al mar
su lamento obstinado.
Abandonado como
los muelles en el alba.
Es la hora de partir;
¡oh abandonado!
Sobre mi corazón
llueven frías corolas.
¡Oh sentina de escombros,
feroz cueva de náufragos!
En tí se acumularon
las guerras y los vuelos.
De tí alzaron las alas
los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste,
como la lejanía.
Como el mar; como el tiempo.
¡Todo en ti fue naufragio!
Era la alegre hora
del asalto y el beso.
La hora del estupor que
ardía como un faro.
Ansiedad de piloto,
furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor,
¡todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla
mi alma alada y herida.
Descubridor perdido,
¡todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor,
te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza,
¡todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder
la muralla de sombra,
anduve más allá
del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía,
mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda,
evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste
la infinita ternura,
y el infinito olvido
te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra
soledad de las islas,
y allí, mujer de amor;
me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre,
y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas,
y tú fuiste el milagro.
¡Ah mujer, no sé cómo
pudiste contenermeen
la tierra de tu alma,
y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el
más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio,
el más tirante y ávido.
Cementerio de besos,
aún hay fuego
en tus tumbas,aún los racimos
arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida,
oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes,
oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de
esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos
y nos desesperamos.
Y la ternura, leve
como el agua y la harina.
Y la palabra apenas
comenzada en los labios.
Ése fue mi destino y
en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo,
¡todo en ti fue naufragio!
Oh sentina de escombros,
en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste,
qué olas no te ahogaron.
De tumbo en tumbo
aún llameaste y cantaste
de pie como un marino
en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos,
aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros,
pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego,
desventurado hondero,
descubridor perdido,
¡todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir,
la dura y fría hora
que la noche sujeta
a todo horario.
El cinturón ruidoso
del mar ciñe la costa.
urgen frías estrellas,
emigran negros pájaros.
Abandonado como
los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula
se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo.
Ah más allá de todo.
Es la hora de partir.
¡Oh abandonado!

3 Comments:

  • Bellisimos poemas... me encantan todos los de esa selección..
    .. me gusta cuando callas porque estas como ausente..
    preciosos..

    By Blogger La Hija de Zeus, at 12:49 p. m.  

  • Es una pena que acabes tu andadura
    nada más conocerte.
    Pero si es tu decisión, que así sea.
    GRacias por hacernos vibrar con la poesía.
    Un beso.

    By Blogger @Intimä, at 2:27 p. m.  

  • Divinos poemas que no pueden ser nunca de despedida sino de continuidad. Te seguimos leyendo Pato, este lugar es un recreo de la vida.
    Besos

    By Blogger Lic. Karina Morales, at 7:06 a. m.  

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