VISIONARIOS Y REGIONALISTAS

26.9.06

GRAN CARRETE BLOGUERO




Estimados Amigos
Están invitados a participar
con mucha alegría a este
Primer Encuentro Bloguero
en Rancagua,
tendremos mucha alegría,
buen vino, exelente companía
con todos ustedes, demos
la bienvenida a Octubre
con toda su magia primaveral,
los interesados confirmar a
(diseño y afiche Yvette Reydet)

20.9.06

NERUDA RESPIRA EN ISLA NEGRA



Han pasado casi 33 años desde la muerte del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, 23 de Septiembre de 1973, y su legado sigue vigente con reediciones anuales de sus libros en todo el mundo, recuerdos que se multiplican. Sin embargo, hay un lugar en dónde se le puede sentir casi respirar aún: el balneario de Isla Negra.






Solamente basta pasearse por su avenida principal, la carretera que une a todo el Litoral, para ver la imagen del poeta reflejada en posters, murales, mini esculturas, poleras, una cava, calles, etc, etc. Todo huele a Neruda. No es para menos ya que una de sus afamadas casonas es parte de la peregrinación que turistas nacionales y extranjeros realizan a esta pequeña playa.





Isla Negra se ubica entre la zona de Punta de Tralca, afamada por sus roqueríos y retiros espirituales, por el norte y el popular balneario de El Tabo por el sur. Tiene una pequeña playa en que las rocas son parte esencial del paisaje, igual que los antiguos pinos que verdean calles y limitan las casonas costeras de las arenas.




Pareciera que Neruda surgió con el nascimiento de Isla Negra, no se puede separar este lugar del poéta, han sido fusionados en la historia.




El mar es siempre de grandes olas, de un azul intenso en que dependiendo del día casi se torna negro. Ese océano fue el gran imán que atrapó a Pablo a esta zona litoral. El Pacífico es, en parte, el causante de que cientos de visitantes lleguen a Isla Negra tan sólo por el más afamado de sus históricos moradores.




Una larga historia une la vida del vate a esta costa. Cuando vuelve, en uno de sus tantos retornos al país, el año 1937, el poeta buscó un lugar idóneo para escribir su afamado libro “Canto General”.





Neruda le compra el sitio de Isla Negra a un antiguo navegante español que recaló en la zona tras el hundimiento de su buque en Punta Arenas. Era el año ’38 y dentro del lugar se encontraba una casa pequeña de piedra. Fue la vivienda angular de lo que se convertiría en el gran refugio del artista.




Durante la siguiente década el arquitecto Germán Rodríguez Arias proyectó gran parte de las modificaciones bajo la atenta supervisión del poeta. Las instrucciones eran claras: una torre en el acceso, una chimenea y un gran ventanal hacia el mar. Los planos estuvieron listos en 1943 y dos años después las remodelaciones vieron la luz.




No fue todo. En 1965 nuevamente se le hicieron reformas, nuevos arcos, aparte de la casona. Tanto retoque no correspondía solamente a la consabida vanidad de Neruda con sus cosas, también era consecuencia de que esta morada se transformó en el recinto donde el escritos fue más prolífico. Según decía Neruda: "La costa salvaje de Isla Negra, con el tumultuoso movimiento oceánico, me permitía entregarme con pasión a la empresa de mi nuevo canto”.



¿Cuál es el imán de Neruda?


Su fantástico estilo. La casa no deja de sorprender desde la entrada. Millones de detalles hacen el delirio de fanáticos: mascarones, implementos marineros, fósiles, botellas, barquitos embotellados, pinturas de artistas famosos, y libros, muchos libros. Herencia de su vida vagabunda, bohemia y viajera. Regalos de sus múltiples amistades que visitaban la casa y que aprovechaban festines y bebidas que están dentro de la leyenda.




Ya en su libro " Confieso que he vivido", resalta como fué llenando su casa en Isla Negra de los cientos de viajes que realizó por el mundo.




Asímismo es posible ver el cuarto principal de Neruda con una impecable vista al mar en la que no tenía siquiera que levantarse de la cama para avizorar su amado océano. O su traje de gala con que recibió el Premio Nobel de Literatura. O salir al patio y recibir la brisa salina que tantas veces Pablo sintió y tocar la simbólica campana.




Sin embargo todo este mundo interno creado por el literato no solamente se mantuvo en los márgenes de su residencia. Toda esta pequeña comunidad respira el aire nerudiano, visible en puestos artesanales, negocios, conversaciones, pinturas callejeras, pequeños monumentos o en las palabras de agradecimiento tatuadas en la ahora renovada verja exterior que aún sigue manteniendo frases de agradecimiento al poeta.





¿Se podría hablar de Isla Negra sin la asociación inmediata a Neruda? Tan difícil como separar arenas del mar.




Lo más recomendable finalmente es imbuirse del Pacífico, salir de la casona, descender las calles ondulantes de tierra y llegar directamente a las olas. Cara a cara con la oceánica postal que mezcla grandes palacetes con las pequeñas y bellas casitas de los mariscadores que aún se sustentan de la ancestral técnica del buceo en medio de las corrientes turbulentas.




Neruda, Poéta, amigo, compañero, hijo ilustre, aún después de su muerte, ha transcendido en lo más grande de la memoria colectiva de nuestro pueblo y el mundo, junto a Dali, García Lorca, Huidobro, Picasso, Allende, Mistral, Victor Jara, hombres y mujeres que con una mirada de vida, pasión, de fuerza por transformar este mundo han quedado en el corazón la humanidad.

7.9.06

ALLENDE DE LOS ANDES




TRANSCURRIDOS TREINTA Y TRES AÑOS de nuestra historia, la memoria colectiva de nuestro país mantiene retenida muchas de las imágenes, sonidos, emociones y dolores de aquel 11 de septiembre de 1973. Para mi es una fecha que jamás se podrá borrar, nunca dejaremos de expresarle al país y al mundo el desgarro profundo que nos provoca y nos seguirá provocando el recordar esa fecha. Es que para la gente humilde de nuestro país, para miles y miles de trabajadores del campo y de las industrias, ese día, de ese año, fue el término violento de sus sueños y de las esperanzas de tener una vida mejor.




El 11 de septiembre de 1973 dividió a Chile -como no ocurría desde 1891- entre vencedores y vencidos. Las derrotas no son nunca completas, salvo cuando los vencidos olvidan las razones por las que lucharon. No ha sido este el caso afortunadamente. Razones para la fortaleza de una memoria, que no sólo no disminuye, sino que crece, hay varias. Salvador Allende, es una de ellas.

Para los vencedores, esta constatación diaria, y el tiempo, es frustrante evidencia de la incompleta victoria que quisieron total; obsesionados con lograrla, intentan continuar imponiendo sus normas de olvido, pero fracasarán. Allende, el Socialismo, la Izquierda, el Gobierno de la Unidad Popular, son parte de la historia de Chile y aquel que pretenda suprimirlos como recuerdo, referente, idea, partido, movimiento o fuerza, tendrá que suprimir parte de Chile.




Allende, esa mañana del 11, fue un héroe consciente; su decisión de morir no constituyó un arranque del instante, una súbita llamada interior de aquellas que impulsan a un hombre a sacrificar su vida en nombre de objetivos superiores. Allende, enfrentaba la eventualidad trágica de su destino sin fatalismo, pero con una racional serenidad.



Quien escucha hoy la grabación de sus últimos discursos radiales desde La Moneda bombardeada, no podrá evitar la sensación de hallarse ante la voz firme de un hombre que habla con coherencia y con sentido de la historia, para quien la muerte próxima, en el fragor de la lucha, no habrá de transcurrir como sorpresa, sino, como un encuentro que siempre consideró como posible, y a veces, como muy probable.


1.9.06

UNA EXPERIENCIA DE ESPERANZA


Eran como las 15:00 hrs. no recuerdo el día, simplemente me empecé a sentir mal, primero con mareos, luego con fuertes dolores de cabeza, son sensaciones que sobrepasan los límites del dolor, las causas no las contaré, solo les diré que son momentos en que pides morir como única solución a los dolores, éstos era cada vez más intensos, sólo que quedaban fuerzas para llegar luego a una clínica de urgencia, pedí a gritos que me quitaran el dolor, me recostaron en una cama, me tomaron la presión, me revisaron los ojos, la temperatura, lo de siempre, y, yo esperando un milagro, hasta que por fín me inyectaron.


Media hora despúes, ya no tenía nada, si me dijeron que me quedara un rato más para observarme, y así lo hice, sin embargo empecé a mirar todo nublado, el cuarto se me daba vueltas, no escuchaba nada, tenía ganas de dormir, ya no tenía fuerza, mi cuerpo no respondía a nada y mi mente quedaban en blanco, pero algo increíble, empecé a observar a unas enfermeras que me aplicaban golpes eléctricos, pero yo no sentía nada, ya no estaba ahí, pensaba esto debe ser un sueño, de repente veo un gran embudo negro, pero de gran luz, y ahí estaba alegre, tranquilo, me daba su mano me abrazaba, y yo solo atinaba a llorar, como podía ser posible esto, tan real, me dijo no tengas temor, soy yo, estoy bién, y tú también lo estarás, debes ser fuerte, a donde estoy yo, aún falta para que llegues tú, solo te voy a decir que yo te estaré esperando y siempre estoy contigo.


El era mi padre, que murió hace 4 años, tenía cáncer y solo estuvo vivo hasta que llegue al hospital, me vió y cerro sus ojos, no pude despedirme, quizás eso ha hecho tener este sueño, pero mi gran sorpresa fue que desperté en la clínica y el médico me dijo que estuve en coma producto de una reacción alergica generada por un medicamento que se me suministró para calmarme el dolor de cabezas.


He querido contar esto, por dos motivos; uno, yo no creo en estas situaciones, siempre he sido una persona pragmática, pero esta experiencia me ha hecho meditar mucho lo sucedido y he querido compartirla con ustedes como una forma de buscar una explicación más lógica y otra, decir que la muerte no es el término de nada, sino que el comienzo quizás de la verdadera vida, aquella en que los males de la humanidad quedan atrás.


Mi dolores continuan, pero ya no son un problema, solo me recuerda que somos muy débiles y el paso a otra existencia es inevitable.