VISIONARIOS Y REGIONALISTAS

29.1.06

CAMINAR SIN TEMOR



Existen pasos que no nos atrevemos a dar, experiencias que no queremos vivir, realidades que preferimos no conocer. Esa actitud surge ante aquellos hechos que poseen el carácter de la sombra, y la invalidez de cualquier acción que nos despierta el miedo y nos causa sobresaltos.
Por ello en ocasiones, el mejor avance es el retroceso, la mayor valentía es eludir el peligro, lo más inteligente es reconocer las propias incapacidades frente a la amenaza que nos supera.
Comportarse de esta manera no es cobardía, sino prudencia, pues, a pesar de las engañosas apariencias, entre ambas no hay hermandad ni cercanía. Mientras la primera socava las posibilidades, la otra despliega el abanico de la vida hacia horizontes impensados.
Si bien las dudas son parte de nuestra naturaleza, urge aprender a convivir con ella, sin confundirnos ni tampoco paralizarnos. Ciertos pasos, aún con todos los temores del espíritu y a costa de muchas vacilaciones, deben darse: particularmente los que apuntan al conocimiento de uno mismo, a la libertad en la donación y a la autonomía de la conducta, Nadie puede ahuyentar en conciencia, las obligaciones respecto de lo que quiere ser y en relación con quienes dependen de lo que somos y de lo que asumimos como tales.